El pasado 7 de abril falleció inesperada y prematuramente, poco antes de cumplir los 62 años, Xavier Pujol, periodista enamorado de la ciencia, entusiasta divulgador de la misma y excelente amigo nuestro. Deja dos hijas comprometidas con el recuerdo de la gran labor que hizo su padre. Quisiéramos que esta breve nota sirva como una pequeña adhesión a ese compromiso.
Xavier Pujol fue colaborador de El País (1995-2010), donde desarrolló buena parte de su carrera. También escribió y colaboró en Avui, National Geographic, TVE, madri+d y en sus últimos años en el diario Ara, habiendo sido redactor jefe de la revista Ciencia y Vida. Contribuyó a la biografía científica con su libro “Biografía del cáncer. La aventura de Joan Massagué” (Península 2004), relato en paralelo de dos luchas contra el cáncer: la de la investigación del gran bioquímico y oncólogo catalán, y la personal de una paciente con un cáncer raro. Esta segunda lucha llena de sentido la labor del investigador.
La SEBBM tiene una deuda impagable con Xavier. Él fue pieza central del cambio de la revista SEBBM desde su estatus inicial de boletín al de publicación con verdadero nivel de revista de actualidad y política científica española, sin por ello perder su condición de hilo conductor intrasocietario. Podemos dar fe de la inmensa labor de Xavier Pujol como director de la publicación durante 20 años. Sinceramente, creemos que sin él la revista no existiría.
Además de director era responsable de la entrevista a científicos y políticos relevantes que incluía cada número y escribió numerosos artículos sobre política científica que tuvieron gran impacto. Su inquietud por buscar y sugerir temas candentes, controvertidos, siempre con el ánimo de hacer la revista cada vez mejor, era incesante. Era admirable su olfato, su profesionalidad y su gran formación, espoleada por su gran afición a la ciencia.
Xavier también participó y contribuyó centralmente al éxito del Pacto de Estado por la Ciencia, presentado por la SEBBM en Madrid en 2004, y del Manifiesto de Oviedo, firmado por el presidente en ejercicio y seis expresidentes de SEBMM, que se publicó en el congreso de Oviedo de nuestra sociedad (2009). Ambos tuvieron gran repercusión. Entre otras cosas, exigían estabilidad en la financiación de la ciencia y también preservar la contribución a la investigación básica.
Xavier era una persona entrañable, que compatibilizaba habitualmente su utopía personal con la imperfecta realidad mediante un particularísimo sentido del humor. De talante aparentemente tranquilo, estaba en un constante estado de inquietud interior por mejorar todo aquello en lo que estaba involucrado. No ha vivido todo lo esperable, así que vamos a echarlo mucho tiempo en falta, a él, a su finura y agudeza y, también, a sus frescas y a veces ácidas críticas. Dedicamos esta necrológica a sus hijas Joana y Eulalia, a quienes enviamos, en nuestro nombre y en el de la SEBBM, el pésame más sentido.
