Marina Pollán es desde principios de año la nueva directora del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Licenciada en Medicina por la Universidad de Salamanca y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, estudió en la escuela Johns Hopkins de Salud Pública (Baltimore, EEUU), en el Instituto Karolinska (Estocolmo, Suecia) y obtuvo el premio extraordinario de doctorado con su tesis dedicada al cáncer de mama en la Universidad Autónoma de Madrid. En 2023 fue nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Granada. El nombramiento como directora del ISCIII posiciona a Pollán como la primera directora del ISCIII que ha desarrollado su carrera en el organismo, ya que se incorporó en 1990. Es profesora de Investigación del Centro Nacional de Epidemiología (CNE-ISCIII) desde 2016 y ha desempeñado el cargo de directora científica del Consorcio de Investigación Biomédica en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) desde 2017.
Su centro es el principal Organismo Público de Investigación (OPI) dedicado a la investigación biomédica y sanitaria en España. Está en medio de los grandes ministerios: el de Sanidad y el de Ciencia ¿Cuál es su visión como nueva directora del Instituto de Salud Carlos III y cómo planea liderar la institución hacia el futuro en un contexto de cambios y desafíos en la salud pública y la investigación biomédica?
El objetivo general es seguir potenciando nuestras grandes áreas: investigación propia, financiación de la ciencia, formación y asesoría, así como la prestación de servicios científico-técnicos. Recientemente, hemos incorporado, además, el Laboratorio de Control de Dopaje, que nos permite prestar un nuevo servicio muy relevante. Seguiremos trabajando en el Plan Estratégico del Instituto, y en cuestiones que ya están siendo muy importantes para el ISCIII: la vigilancia de la salud pública, el impulso a la medicina de precisión con ayuda del PERTE para la Salud de Vanguardia y la Infraestructura IMPaCT, en la que es especialmente relevante la consolidación de la cohorte IMPaCT. El ISCIII tiene además entre sus objetivos el desarrollo de terapias avanzadas, la internacionalización, con participación en proyectos como los nuevos partenariados europeos y la Misión Cáncer, y seguir fomentando la colaboración público-privada. Otro objetivo clave es el refuerzo e impulso continuado de nuestros centros de investigación.
Entre 2023 y 2024, el centro que dirige recibirá cerca de 300 millones de euros (PERTE Salud de Vanguardia), ¿Podrías hacernos un balance de cómo se invertirán estas cantidades?
El PERTE para la Salud de Vanguardia está siendo una herramienta muy útil para impulsar la investigación biomédica y sanitaria, y reforzar nuestro fin último de mejorar la salud de las personas a través de la ciencia. En los últimos años hemos hecho desde el ISCIII un esfuerzo ingente en convocatorias de proyectos de investigación, acciones e instrumentos diversos puestos a disposición del Sistema Nacional de Salud, en ámbitos fundamentales como la medicina de precisión, las terapias avanzadas, los ensayos clínicos, la formación, los equipamientos tecnológicos… Ejemplos como los Proyectos de Medicina Personalizada, el consorcio CERTERA y la sociedad mercantil liderada desde el CDTI con apoyo del ISCIII dan fe de los avances que está permitiendo el PERTE, y de la implicación del Instituto en su desarrollo. Este año 2024 nos beneficiaremos, además, de acciones ligadas a una adenda presupuestaria, que impulsarán nuevas convocatorias de subvenciones para investigación de diversos ámbitos biomédicos.
IMPACT (Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y la Tecnología) se ha destacado como uno de los programas más importantes en materia de investigación y epidemiología de los que se desarrollan en España. ¿Cómo ha evolucionado el enfoque del Instituto hacia la medicina de precisión y qué otras iniciativas podría destacar?
Sumado a lo que comentaba en la pregunta anterior, IMPaCT es otro ejemplo del compromiso del ISCIII con la medicina de precisión, en línea de los esfuerzos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Sus tres ejes (Medicina Predictiva, Medicina Genómica y Ciencia de Datos) están impulsando grandes avances, como por ejemplo el proyecto IMPaCT Cohorte, que contará con información muy completa de 200.000 personas en el conjunto del país para conocer mejor la salud de la población española.
En línea con lo ya señalado, nuestra Acción Estratégica en Salud, que es la principal herramienta en España para financiar investigación en salud, ciencia biomédica y sanitaria, ha reforzado en los últimos años las subvenciones para proyectos y contratos ligados a la medicina de precisión. Con el apoyo y la colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y del Ministerio de Sanidad, seguiremos fomentando iniciativas destinadas a consolidar la medicina personalizada en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) y en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
¿A qué desafíos se enfrenta la epidemiología en la actualidad? ¿Qué áreas de trabajo son las más destacadas? ¿Cómo puede la epidemiología reforzar la defensa de la salud pública en el contexto actual?
La epidemiología es la ciencia que estudia la distribución de los problemas de salud y la identificación de sus determinantes, los llamados factores de riesgo, con vistas a la prevención. El envejecimiento de la población nos enfrenta a un futuro de gran incremento de las principales enfermedades crónicas, asociado a un fuerte aumento del coste que estas enfermedades suponen para el sistema nacional de salud. Para que dicho sistema sea sostenible es imprescindible evitar o al menos retrasar todo lo posible la aparición de estas enfermedades, mediante estrategias de prevención. Además, como la última pandemia demostró, la vigilancia, investigación y control de estas enfermedades sigue siendo una prioridad, más en un escenario de cambio climático como el que vivimos. Por todo esto, es importantísimo disponer de información de la distribución de los principales problemas de salud, comprender todos los factores vinculados a la salud y la enfermedad y desarrollar estrategias de identificación de población más vulnerable con vistas a la prevención. El ISCIII, desde el Centro Nacional de Epidemiología (que he tenido el honor de dirigir), lleva a cabo una labor imprescindible investigando y prestando servicios al Servicio Nacional de Salud, analizando las enfermedades que sufrimos, los factores que modulan su influencia, los números que indican cómo nos afectan, las maneras de prevenirlas. Además, la cohorte IMPaCT servirá para establecer modelos predictivos útiles en nuestro contexto. Finalmente, es importante considerar el concepto de “one health” aportado desde la epidemiología, que nos recuerda la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental. En definitiva, la epidemiología, como herramienta de salud pública, busca defender y proteger la salud individual y colectiva.
¿Qué opina sobre las “epidemias silenciosas” que derivan en patologías mentales y adicciones, especialmente entre los jóvenes y en relación con el uso de nuevas tecnologías?
Es otra demostración de hasta qué punto el ambiente en el que vivimos, la forma en que organizamos nuestro tiempo, nuestras relaciones sociales y la estructura laboral y social en la nque vivimos, todos estos factores impactan en nuestra salud. Por eso es tan relevante monitorizar el estado de salud y los determinantes que influyen e la misma, para poder tomar medidas, con una visión global. La crisis de la COVID-19 nos ha enseñado mucho, y nos ha permitido reforzar la necesidad de prepararnos ante lo que pueda venir. Estas epidemias a la que hace alusión la pregunta, que vienen derivadas de estilos de vida, costumbres sociales y determinantes individuales, han puesto sobre la mesa la importancia de seguir consolidando la defensa de nuestra salud mental. Las adicciones, desde las clásicas como las drogas, el tabaco, el juego o el alcohol, hasta otras ligadas a las nuevas tecnologías, merecen toda nuestra atención. Por ejemplo, el estudio de la salud digital es un ámbito clave, que trabajamos desde el Instituto. Con apoyo de los ministerios, tratamos de sumar nuestro granito de arena para fomentar nuestra capacidad de defendernos de estas y otras adicciones.
¿Cuál es su consejo para los estudiantes o jóvenes profesionales que deseen seguir una carrera basado en sus propias experiencias y aprendizajes a lo largo de los años?
Igual que es importante reconocer y cuidar a las personas que llevan tiempo dedicándose a la ciencia, es fundamental seguir trabajando para que los jóvenes consideren la investigación como un horizonte interesante y asegurar el relevo generacional. Para ello, además de la formación del personal investigador, es importante garantizar una carrera profesional a todos los estamentos implicados: investigadores, personal técnico, administrativo y de gestión. La última reforma de la Ley de Ciencia, que ya está permitiendo mejoras en organismos como el ISCIII, nos ha dado más herramientas para seguir mejorando contratos, condiciones, y aproximarnos a las expectativas de los nuevos investigadores. Nuestro objetivo es ser capaces de atraer talento y retenerlo dentro de España. En el ISCIII, donde acogemos a estudiantes y profesionales que se forman para dedicar su vida a la ciencia y la salud, sabemos bien de la importancia de ofrecerles un marco adecuado para su desempeño.
¿Cómo promueve la igualdad de género y la diversidad en el Instituto de Salud Carlos III y en el campo de la investigación en salud pública en general?
El trabajo por la igualdad debe impregnar todos los ámbitos. En el ISCIII hemos constituido un Grupo de Igualdad que nos ayuda a seguir mejorando, con un horizonte de actuación recogido en nuestro Plan de Igualdad. El Instituto es un lugar de trabajo especialmente feminizado, y casi tres cuartas partes de nuestro personal son mujeres y muchas de ellas desempeñan (desempeñamos) cargos de responsabilidad, no sólo en los centros propios sino también en las estructuras colaborativas de investigación del ISCIII. Yo fui la primera mujer dirigiendo un área en el CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red), pero este número ha ido creciendo y ahora contamos también con mujeres que dirigen los institutos de investigación sanitaria y alguna de las plataformas que financiamos. En definitiva, queda camino por recorrer, pero hemos avanzado y seguimos avanzando muy rápido en reconocer y premiar el talento de las mujeres que dedican sus esfuerzos a la investigación sanitaria.