Las enfermedades inflamatorias crónicas a menudo se vinculan con alteraciones sanguíneas, como la neutrofilia y la anemia. El grupo de investigación Inmunidad, Inflamación y Cáncer (IIC) de la UMU, IMIB y CIBERER, liderado por el profesor Victoriano Mulero Méndez, ha demostrado que el inflamasoma se hiperactiva durante la inflamación crónica, impulsando estas alteraciones. En el artículo publicado en EMBO Molecular Medicine, el grupo IIC utilizó el modelo del pez cebra junto con estudios bioquímicos en células humanas para identificar el inflamasoma NLRP1 como el responsable de estas alteraciones sanguíneas, desvelando su mecanismo de activación y regulación en las células madre hematopoyéticas. En concreto, se demuestra que LRRFIP1 y FLII inhiben el inflamasoma NLRP1 en estas células tanto en pez cebra como en células humanas, mientras que no está implicado DPP9 que es el inhibidor universal del inflamasoma NLRP1. Además, el estudio revela que la diferenciación eritroide promueve estrés ribosomal que desencadena la activación del eje de quinasas ZAKα/P38 que fosforilan a NLRP1 y promueven su activación. Finalmente, el inhibidor de quinasas de tirosina (TKI), Nilotinib, que está aprobado para su uso en leucemia mieloide crónica, inhibe la activación del inflamasoma NLRP1 por ZAKα/P38, revirtiendo la neutrofilia y promoviendo la formación de eritrocitos en modelos de pez cebra y células madre hematopoyéticas humanas. Dado que el Nilotinib es un fármaco aprobado por la FDA/EMA para leucemia mieloide crónica, podría reutilizarse para tratar inflamación neutrofílica y anemias congénitas, como la anemia de Blackfan-Diamond. La UMU, IMIB y CIBERER han solicitado una patente europea para el uso de inhibidores de la quinasa ZAKα en el tratamiento de anemias congénitas.
