Comunicación cerebro-músculo en el envejecimiento muscular

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Descubiertos en los años setenta, los relojes circadianos son fundamentales para la regulación del tiempo biológico en la mayoría de las células del cuerpo humano. Estos mecanismos internos ajustan los procesos biológicos a un ciclo de 24 horas, permitiendo la sincronización de las funciones celulares con las variaciones diarias del entorno. El estudio publicado en Science, liderado por Pura Muñoz en colaboración con el grupo de S. Aznar-Benitah, ha descubierto cómo la sincronización entre el reloj circadiano cerebral y el reloj periférico del músculo esquelético (y también el de la piel – demostrado en otro estudio realizado de forma paralela y publicado en Cell Stem Cell), es esencial para el funcionamiento adecuado del músculo. El estudio revela que los relojes circadianos centrales y periféricos se coordinan para regular la actividad diaria del músculo y garantiza el desarrollo del 50% de las funciones circadianas de los tejidos, incluyendo procesos vitales como la actividad de las mitocondrias y el metabolismo. La sincronización entre los relojes cerebral y periféricos previene el envejecimiento prematuro del músculo y mejora su función. En este mismo sentido, el estudio demuestra que la restauración del ritmo circadiano reduce la pérdida de masa muscular y de fuerza. Los resultados de estudio han mostrado también que la alimentación restringida en el tiempo (‘Time-restricted feeding’ o TRF), que implica comer solo durante la fase activa del día, puede reemplazar parcialmente el reloj central y mejorar la autonomía del reloj muscular. Lo que aún es más relevante, esta restauración del ritmo circadiano a través de TRF es capaz de mitigar la pérdida muscular, el deterioro de las funciones metabólicas y motoras y la disminución de la fuerza muscular en ratones viejos. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para el desarrollo de terapias contra el envejecimiento muscular y la mejora del rendimiento físico en la edad avanzada.

Referencia del artículo
Kumar A, Vaca-Dempere M, Mortimer T, Deryagin O, Smith JG, Petrus P, Koronowski KB, Greco CM, Segalés J, Andrés E, Lukesova V, Zinna VM, Welz PS, Serrano AL, Perdiguero E, Sassone-Corsi P, Benitah SA, Muñoz-Cánoves P. 2024. Brain-muscle communication prevents muscle aging by maintaining daily physiology. Science. 384(6695):563-72
https://doi.org/10.1126/science.adj8533