
Cada vez que alguien menciona la palabra “talento”, un tigre malayo se rompe en pedazos, como cuando un gato de escayola se precipita al suelo desde un zaguán. Y de seguir así, nos vamos a quedar sin felinos. Porque nos encontramos ante uno de los términos más manoseados por políticos, gestores, directores de recursos humanos, organismos y público en general. Efectivamente, es la palabra de moda, pero es una palabra que no queda huérfana. Casi siempre viene acompañada de un rosario de verbos como consolidar, retener o adquirir, que presuponen la acción propia o de un tercero. Y cierto es que su significado genuino corre el riesgo de perderse cuando se repiten constantemente sin un contexto claro o una acción significativa detrás de ellas, por lo que nos encontramos ante un claro caso de desgaste semántico.
Y es que el talento, al igual que el tiempo, la Guía Repsol o la Feria de Sevilla, también tiene sus mapas, sus localizaciones, sus puntos negros y sus ubicaciones cinco estrellas. Y si el arriba firmante tuviera que hacer un resumen de todo lo leído, oído, visto y analizado en la elaboración de este apartado es que el talento no fluye de manera uniforme por todo el territorio español, y el que tenemos ha decidido hacer las maletas.
Así se desprende del Mapa del Talento 2023, elaborado por Cotec y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), donde hay claras diferencias entre un Norte y un Sur bien delimitados, una disparidad que subraya, primero, la urgencia de buscar equilibrios territoriales; en segundo lugar, conocer y trabajar en el abordaje de la fuga de talento y, por último, crear un entorno más atractivo para que los profesionales altamente cualificados permanezcan en España o regresen después de haber emigrado en busca de oportunidades.
Mejor fuera que dentro
Antes de esbozar qué ocurre intramuros, la entidad bancaria BBVA y el propio IVIE publicaron a finales de 2023 un artículo demoledor sobre el valor del capital humano que pierde España por el efecto de la emigración (Esenciales, Nº9/2023. Diciembre 2023). Según el informe, el número de personas que deciden abandonar España para buscar oportunidades laborales en otros países, principalmente Reino Unido, Francia y Alemania, ha registrado un nuevo repunte tras la pandemia y en el primer semestre del año pasado superó en un 11,7% las cifras de emigrantes del mismo período del año anterior.
Hablamos de más de 400.000 personas con estudios superiores las que hicieron las maletas en 2022 para trabajar en puestos de alta cualificación, un dato que, según una estimación realizada, tiene un valor como capital humano perdido de 154.800 millones de euros, una cifra que representa el 0,93% del valor del capital humano total de España en el ejercicio. “Se muestra, por tanto, una pérdida de capital humano en tendencia creciente desde el fin de la pandemia, impulsada por la intensificación de la emigración al exterior de la población en edad de trabajar y su elevado nivel de formación. La dinámica observada resulta preocupante de cara a poder aumentar el bienestar social en un contexto de progresivo envejecimiento demográfico y con un escenario en el que se prevén descensos acumulados del valor del capital humano per cápita cercanos al 20% hasta 2050”, subraya el informe.
El valor del capital humano perdido en 2022 se calcula en 154.800 millones de euros, un 40% más que en 2019
Y es que el ritmo actual de emigración supone un lastre para la capacidad de producción futura de la economía española. “Se trata, como hemos visto, de un impacto de una magnitud considerable que, en caso de no verse compensado por el valor del capital humano de los inmigrantes o el retorno futuro de parte de los emigrantes actuales, supondría una merma neta significativa del capital humano de la economía española y sus posibilidades de desarrollo”, concluye.
La Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior (RAICEX) representa a 22 asociaciones con más de 4.500 investigadores y científicos españoles en el exterior. Se trata de un grupo activo que sigue muy de cerca la realidad científica e investigadora de nuestro país y realiza aportaciones para mejorar el sistema español de ciencia y tecnología. Sin embargo, subrayan que las iniciativas de las administraciones no deben centrarse en el retorno, sino en la retención y atracción del talento.
¿Equilibrio migratorio?
Volvamos al Mapa del Talento 2023. Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social ofrecidos en este informe, más de la mitad (55,6%) de las autorizaciones de trabajo concedidas a inmigrantes, principalmente de Marruecos y Colombia, corresponde a las ocupaciones más elementales, y el 29,3%, a ocupaciones manuales. En concreto, el 84,9% de los extranjeros en ocupaciones poco cualificadas ascendía en 2019 al 84,9%.
Por el contrario, los altamente cualificados alcanzaban apenas un 11,3% y los administrativos el 3,7%. Por tanto, los datos indican que, al contrario de lo que ocurre con los emigrantes, los flujos de migrantes que recibe España no disfrutan de las características que se asocian con el talento: Más de la mitad de los españoles que emigraron en 2019 contaban con educación superior, mientras que solo el 10,5% había alcanzado como máximo la educación primaria, y el 16,9 % la primera etapa de secundaria. El segundo, que las mujeres que emigran cuentan con un porcentaje mayor en el colectivo con educación superior, el 56,8%, frente al 49,2% de los hombres, lo que confirmaría que mayores niveles educativos ofrecen a la mujer un plus adicional asociado a una mayor capacidad de decisión, fomentan la movilidad y, por tanto, el progreso profesional.
Trasladamos ahora esta información al ámbito de las comunidades autónomas medido por el nivel de estudios alcanzados de los migrantes. Si para el conjunto de España el porcentaje de los emigrantes con estudios superiores alcanzaba el 52,7%, en Asturias, Madrid, Castilla y León, Extremadura y el País Vasco superaba el 60%, mientras que en los dos archipiélagos no alcanzaba el 40%.
Con todo, podemos concluir que España exporta mayoritariamente talento, aunque con intensidades muy distintas entre comunidades autónomas. Y esto es un hecho que habla muy bien y mucho de cómo se reparte este talento patrio por nuestro territorio. Así, la Comunidad de Madrid, junto a País Vasco y Navarra, y en menor medida, Cataluña y Aragón, concentran la capacidad de crear, atraer y retener talento en España, según este informe, que analiza el talento disponible en cada territorio a partir de medio centenar de indicadores.
España exporta mayoritariamente talento aunque con intensidades dispares entre las comunidades
Cómo se distribuye el talento
El Índice del Talento se compone de 55 indicadores socioeconómicos, organizados en seis pilares: Facilitar, Atraer, Crecer, Retener, Capacidades y vocaciones técnicas, además de Conocimiento. Y para establecer el ránking se ha tomado una media de estos pilares, que oscilan entre 100 puntos como valor máximo alcanzable por el territorio mejor posicionado y 0 puntos como mínimo.
El primer pilar, Facilitar, analiza tanto el entorno del mercado como el de negocios y el mercado de trabajo. Entre los indicadores empleados está el número de infracciones penales, el gasto en I+D, las infraestructuras TIC, la utilización de tecnología, la vulnerabilidad de las empresas y de los trabajadores, el teletrabajo o el precio de la vivienda. Destacan la Comunidad de Madrid (la única que supera la media alemana), el País Vasco y Navarra.
El segundo pilar, Atraer, mide la apertura del mercado. Por ejemplo, tiene en cuenta el flujo de Inversión Extranjera Directa en sectores de alto valor añadido, así como la presencia de empresas extranjeras, de estudiantes internacionales o la proporción de extranjeros con estudios superiores. También tiene en cuenta la apertura interna, es decir, la oportunidad de liderazgo de las mujeres o la brecha salarial. En este también destacan la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco, las tres por encima de la media alemana.
El tercer pilar, Crecer, examina el impulso educativo de las administraciones, así como los resultados que logran. El indicador incluye el gasto en educación, los resultados de PISA, el rendimiento de los sistemas universitarios, la formación en la vida laboral o la tasa de riesgo de pobreza. En este apartado, el territorio líder es el País Vasco, seguido de la Comunidad de Madrid y Cantabria, las tres por encima del referente alemán.
El cuarto pilar, Retener, tiene en cuenta factores que facilitan que el talento no sea expulsado. En este sentido, el indicador mide el gasto en salud, en protección social, en protección del medio ambiente, la contaminación, la deuda pública, la presencia de infraestructuras y personal sanitario, así como el tiempo medio que se tarda en ir al trabajo. Lidera Navarra, seguida de Extremadura y Castilla y León, todas por encima de Alemania.
El quinto pilar, Capacidades y vocaciones técnicas, mide el perfil de la población activa, tanto sus cualificaciones, como su productividad, la empleabilidad o la correspondencia entre cualificación y ocupación. Son líderes Cataluña, Comunidad de Madrid y Baleares, aunque todas por detrás del dato que presenta Alemania.
El sexto y último pilar, Conocimiento, analiza la presencia de personal apto para producir en la Economía del Conocimiento. Analiza la población con educación superior, el número de investigadores, la disponibilidad de científicos e ingenieros, el porcentaje de altos directivos, la exportación de alto valor añadido, el gasto en actividades innovadoras o la inversión intangible. En cabeza aparecen Madrid, País Vasco y Navarra, las tres por encima del dato de Alemania.
Falta de oportunidades laborales, los bajos salarios y la precariedad laboral, los catalizadores de la diáspora científica española

Medidas de retorno
La ministra de ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, conoce todo este problema desde hace tiempo y el Plan de atracción y retención de talento científico e innovador a España ya ha empezado a movilizar parte de los 3.000 millones de euros aprobados para, precisamente, dar un giro de 360º a la tendencia actual. “Hemos pasado de despreciar el talento a buscarlo debajo de las piedras”, tituló Cinco Días una entrevista a la propia Morant en 2023.
El pasado mes de diciembre, el Gobierno anunció la resolución de la primera convocatoria del Programa ATRAE, que ha seleccionado a 30 investigadores de talla mundial, procedentes de diversas áreas del conocimiento, como la nanotecnología, la oncología, las ciencias del mar, la neurociencia, la economía y la física. Entre los seleccionados, 15 son españoles y el resto provienen de países como Alemania, Italia, Francia, Bélgica, Holanda, Portugal y Reino Unido.
“España ha logrado superar una pandemia y hacer frente a una sucesión de crisis globales gracias, en buena medida, a que nuestro Gobierno ha apostado decididamente por cuidar el talento, el conocimiento y la innovación, y lo ha hecho como nunca se había hecho en la historia de nuestro país”, ha señalado la ministra.
Efectivamente, los presupuestos no mienten. Sólo queda crear el ecosistema necesario para lograr todos estos objetivos.
Más financiación de nuestra I+D+I
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant ha destacado que el Gobierno ha incrementado un 73% la financiación competitiva anual a la I+D+I en España en los tres últimos años, llegando a entidades de todos los territorios. “El Gobierno está realizando la mayor inversión en I+D de la historia de España. Una inversión que se inició con los Fondos de Recuperación y que transita a presupuestos nacionales con la misma ambición”, ha manifestado Morant en el Instituto de Agrobiotecnología (IdAB) en Pamplona con motivo de la XVI reunión del Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación. En concreto, la financiación anual en forma de subvención de las tres principales entidades dependientes del Ministerio (Agencia Estatal de Investigación (AEI), Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) e Instituto de Salud Carlos III), ha pasado de 1.150 millones de euros de media anual entre 2012 y 2017; a 1.995 millones entre 2021 y 2023. Morant ha señalado que “la AEI, el CDI y el ISCIII son la garantía de una evaluación rigurosa y permiten que la I+D+I se traduzca en una mayor autonomía estratégica, en una industria más competitiva y una sociedad más saludable”. La ministra también se ha referido a los Planes Complementarios, un instrumento de trabajo en red entre las distintas CCAA y el Gobierno de España, impulsado por el Ministerio. En este sentido, Morant ha anunciado un nuevo Plan Complementario dedicado a la Transferencia de Conocimiento, que tendrá un carácter transversal y se diseñará en colaboración con la Red de Políticas de I+D+I, en la que participan todas las CCAA. “Es un plan que se suma a las acciones que tenemos previstas desde el Gobierno de España para alcanzar el equilibrio territorial y fortalecer un sistema productivo innovador y descentralizado”, ha señalado. La ministra también ha emplazado a las CCAA a una próxima reunión del CPCTI para evaluar la ejecución de los Planes Complementarios.
