Estimados bioquímicos:
En los últimos meses los medios de comunicación se han enfervorizado con la especulación de lo que puede suponer la disponibilidad de plataformas basadas en la llamada inteligencia artificial y, en particular, con ChatGPT, desarrollado por la empresa OpenAI y puesto a disposición de todos en línea en su versión gratuita. Una de las aplicaciones que con mayor frecuencia se han cuestionado es su uso por parte de los estudiantes para elaborar trabajos escritos y para resolver pruebas de evaluación calificables. Al mismo tiempo, se aduce la imposibilidad de revelar el origen de dichos textos mediante los programas existentes para la detección de plagio, que muchas universidades habían implementado dentro de sus sistemas académicos.
Debo, de antemano, dejar claro que no soy experto en este tema y no me he documentado extensivamente ni practicado a fondo su uso. Me apoyo en la información recibida recientemente de colegas más versados y que lo analizan considerando el entorno docente, no en otros contextos sociales, así como en algunas breves pruebas (véase más adelante). Mi propósito, y mi confianza, es que esta lectura os pueda proporcionar algunas pistas, así como provocar una reflexión sobre nuestra estrategia como docentes.
ChatGPT
Esta interfaz emplea algoritmos de “inteligencia artificial” que se fundamentan en un modelo de lenguaje y una herramienta estadística. Una de las grandes diferencias con lo que había hasta ahora, como los buscadores de información en internet, es su capacidad para comprender las consultas en lenguaje natural, es decir, el que usamos espontáneamente los seres humanos. Asimismo, sus respuestas están igualmente construidas en este tipo de lenguaje, sin que sean textos copiados de alguna parte. De hecho, resulta sorprendente la corrección gramatical de las respuestas, no sólo en inglés sino también en español y algunos otros idiomas.
Antes de su apertura al público, el sistema se ha entrenado durante unos años con la ayuda de personas que aportaban una valoración a las posibles respuestas para una consulta, y de ese modo los algoritmos de inteligencia artificial han ido aprendiendo y adquirido la capacidad de enfrentarse a consultas nuevas y proporcionar respuestas nuevas, que varían en cada ocasión. Resulta interesante ver las diferencias obtenidas cuando enviamos sucesivas veces la misma consulta. Es cierto también que los resultados no siempre son correctos y debemos revisarlos con atención si pretendemos utilizarlos. Como anécdota, recientemente asistí a un seminario telemático orientado a educación donde planteaban ChatGPT como fuente inicial de información. Se le pidió que preparase un programa de contenidos para un curso sobre inteligencia emocional; el resultado era muy aceptable, pero cuando se envió la misma consulta por segunda vez devolvió un programa para un curso sobre diseño gráfico. ¡Sorprendente y a la vez misterioso!
PREOCUPACIONES Y RETOS
Las inquietudes que ha suscitado esta plataforma surgen al comprobar que responde de forma estructurada a preguntas que no podrían resolverse con un buscador de internet como Google, al menos en un formato redactado. Por otra parte, en su capacidad para construir textos organizados, estructurados, empleando argumentos y, al ser no reproducibles, difíciles de identificar como no escritos por una persona. Con esto, en principio se invalida la opción de solicitar a nuestros estudiantes la redacción de trabajos o la resolución de ejercicios, problemas o exámenes fuera de un aula controlada, donde se restrinja el acceso a fuentes de información en línea. De hecho, algunos centros de enseñanza se han planteado prohibir su uso.
En esta situación, en lugar de entrar en pánico deberíamos, como ya se ha discutido muchas veces en los foros y publicaciones de educación, replantearnos qué tipo de actividades y de pruebas de evaluación les estamos exigiendo a nuestros alumnos. ¿Son nuestros exámenes y trabajos algo que puede resolver una máquina, o estamos explorando la capacidad de los estudiantes para la comprensión, el análisis crítico y la aplicación a problemas nuevos? Habrá que plantearse otros formatos de evaluación, como pruebas prácticas, presentaciones, elaboración de portafolios, o análisis de datos. Por otro lado, ignorar la herramienta no es correcto; los alumnos la van a utilizar sí o sí, quizás mejor que nosotros. Prohibirla no es muy inteligente tampoco. Deberíamos más bien anticiparnos y, en especial, darle la vuelta al asunto, asumir que la posibilidad existe y emplearla con un beneficio para el aprendizaje, por un lado educando al estudiante para que aprenda a usarla de forma correcta y eso le aporte nuevas capacidades en el mundo social y laboral, por otro aprendiendo nosotros a conseguir objetivos de aprendizaje a pesar —y a través— de la herramienta. Si se teme que la inteligencia artificial destruya empleos, habrá que aprender y enseñar a utilizarla como una nueva habilidad digital. Podríamos requerir que los trabajos presentados incluyan referencias o estudios de caso, consistir no en una recopilación de información sino en actividades a desarrollar, incluir evidencias del proceso de elaboración (como borradores sucesivos), información explícita sobre los parámetros de la búsqueda de información.
Otra idea: asumir que el alumno empleará ChatGPT y pedirle un análisis crítico; por ejemplo, cómo cambia el resultado si se le pide al algoritmo que sea conservador o que sea creativo, o que se adapte a diferentes niveles educativos; criticar la respuesta obtenida del software; aprovechar la ayuda de la herramienta para mejorar las capacidades de escritura y redacción, incluso las de argumentación.
Podríamos incorporarlo para que el alumno aprenda a usarlo como herramienta inicial para generar una estructura de los contenidos, qué puntos deben cubrirse, un esquema inicial sobre el que luego habrá de trabajar sucesivamente para construir algo de su propia elaboración. Para el profesor, quizás sea útil facilitando tareas que consumen tiempo pero son poco creativas.
Creo que será ilustrativo para todos los lectores de este artículo consultar ejemplos de lo que se obtiene al enviar a ChatGPT algunas preguntas utilizadas en exámenes de bioquímica general. Debido a las limitaciones de espacio en esta sección, los he ubicado en https://biomodel.uah.es/educa/ChatGPT.html.
¡Seguro que os sorprende!
Termino citando a David Smith7, ¿Realmente queremos detectar el uso de inteligencia artificial [en los textos proporcionados por los estudiantes]? ¿Cuál es el beneficio para el estudiante de una acción punitiva en contra del uso de una herramienta que rápidamente se va a integrar en los motores de búsqueda y en los procesadores de texto, y que podría convertirse en una habilidad crítica para conseguir un empleo? Ahí nos queda eso para una autorreflexión como formadores de los próximos científicos y profesionales.
OTRAS HERRAMIENTAS ADICIONALES
Jenni para expandir textos y añadir referencias (hasta 500 palabras con la versión gratuita).
Grammarly para mejorar la escritura: corrige errores gramaticales, detecta plagio, sugiere palabras alternativas. DALL?E para generar imágenes realistas y artísticas a partir de una descripción (son imágenes no preexistentes, por tanto libres de derechos de autor). Al servidor se accede con la misma cuenta de usuario de ChatGPT, pero el uso no es gratuito.
SpeechGen genera archivos de audio a partir del texto que proporcionemos, usando también IA para conseguir una entonación realista (supuestamente), en diversos idiomas y variantes.
RECONOCIMIENTOS
Ha sido de grana ayuda para la elaboración de este artículo la información recibida de David Paul Smith durante su presentación en la 7ª reunión de embajadores para la educación de FEBS (Vilna, mayo de 2023). El Dr. Smith ocupa un puesto de profesor de educación en biociencias en la universidad Sheffield Hallam (Reino Unido), fue galardonado en 2017 como National Teaching Fellow y en 2019 con Educator of the Year Award de Royal Society of Biology HE. Igualmente, en dicha sesión recibimos valiosos comentarios y perspectivas de Manuel J. Costa (Universidad de Minho) y Luciane V. de Mello (Universidad de Liverpool).
PARA SABER MÁS
1. OpenAI. Introducing ChatGPT. https://openai.com/ blog/chatgpt
2. Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (2023) ChatGPT e Inteligencia Artificial en la educación superior.- Guía de inicio rápido. Código del documento: ED/HE/IESALC/IP/2023/12 Disponible en https://bit.ly/UNESCO_ChatGPT
3. Jenni: Supercharge your next research paper. https:// jenni.ai/
4. Grammarly: Your writing, at its best. https://www. grammarly.com/
5. SpeechGen.IO: Realistic Text-to-Speech AI converter. https://speechgen.io/
6. David Paul Smith. David’s adventures in the classroom. https://bit.ly/4507c57
7. David Paul Smith. AI is here, what does that mean for bioscience education? FEBS Network, Educator Channel. https://bit.ly/40uPtyU