Joan Guinovart y la Revista SEBBM
Ciencia y Sociedad

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En el número 217 de la revista, de septiembre de 2023, dedicado a la conmemoración de los 60 años de la SEBBM, Joan escribía: “Me siento particularmente satisfecho de haber impulsado la renovación del antiguo Boletín SEBBM hasta convertirlo en una publicación de prestigio y en un referente en temas de ciencia y sociedad”. La transformación del boletín en revista nacía con la vocación de servir a la SEBBM poniendo de relieve la productividad de sus socios, así como “reflexionar acerca del estado de líneas de desarrollo concretas y del marco social que las condicionan”. Como director primero y editor después, Joan Guinovart mantuvo una especial relación con la revista, que se convirtió en el principal vehículo de la expresión de su ideario a través de los editoriales y tribunas que fue publicando. Sus intervenciones, intermitentes en los primeros números del siglo XXI, se volvieron casi obligadas a partir del número 150 (diciembre de 2006) en el que ya apuntaba sus ideas, que irían apareciendo de forma continua, casi contumaz, hasta el número 174 en que se desvinculó de la publicación. Formalmente, justificaba los cambios estéticos de la revista en el número 151 como un reflejo de la voluntad de trascender el ámbito de la Sociedad e ir más allá. Decía: “ponemos de manifiesto nuestra intención de compartir con las grandes revistas la atención de los científicos de habla hispana, manteniendo su interés sobre aquellos temas profesionales, sociales y políticos que trascienden la bibliografía científica”.

Efectivamente, el cambio no sólo fue formal, sino que los contenidos de la revista aumentaron e incidieron en aspectos de amplio interés; se publicaron entrevistas con políticos y científicos de alto nivel en las que, bajo la dirección de Xavier Pujol, se desgranaron temas trascendentes, consiguiendo compromisos de políticos con respecto a programas para fomentar y financiar la ciencia.

SEBBM también fue el medio de comunicación interno. En su primer informe como presidente de la Sociedad, publicado en el boletín número 119 de diciembre de 1996, exponía los cambios importantes que la junta directiva que presidía se proponía realizar: 1)fortalecer las estructuras y aumentar la dimensión de la SEBBM, 2) incidir en la política científica buscando compromisos de los/las responsables de financiar la ciencia, 3) establecer alianzas con otras instituciones a nivel internacional y 4) apoyar a investigadores/as jóvenes de los que decía “nuestros postdocs están entre los mejores del mundo” y hacía hincapié en que se debía crear el ambiente adecuado para que pudieran regresar y despegar. También mencionaba en el año 1998 algo que ahora se considera indispensable “es necesario realizar un esfuerzo que permita hacer ver a nuestros conciudadanos que lo que hoy nosotros estamos haciendo mañana puede mejorar sus vidas” guiado por el convencimiento de que, si se lograba este objetivo, se podrían conseguir mayores y mejores ayudas que fortalecerían a los grupos científicos y a la ciencia en general.

Siempre expresó sus ideas con la pasión atenuada por la reflexión que suele imponer la expresión escrita. Y lo conseguía recurriendo a sus conocidas frases breves y contundentes, frecuentemente ingeniosas, que componía como paráfrasis de refranes o citas de otros autores, científicos, o no, (El cartero no siempre llama dos veces o Final de partida) en un proceso de intelectualización creciente en el tiempo…. que también iba ganando intensidad (A Rajoy rogando y con el mazo dando). En ese contexto, sus reflexiones compartían optimismo y desánimo en calculadas proporciones: en diciembre de 2000 se refería a un “brutal frenazo” en inversión para investigación y desarrollo, y se quejaba de que, como consecuencia, la ciencia española se estaba alejando de los países punteros. Pese a ello “vuelve la esperanza” escribía, confiando que los altos cargos del Ministerio de Ciencia y Tecnología pondrían rumbo al futuro y sentarían bases sólidas para dejar atrás “años de incuria”.

En su editorial de septiembre de 2000, número 129 de la revista, reclamaba la existencia de “una sola voz para todos los científicos” mediante la sinergia de todas las sociedades científicas para concienciar a lideres políticos estatales y autonómicos de la enorme importancia que la investigación tiene en materia de bienestar y desarrollo económico. En tal sentido, tenía claro que “la SEBBM puede ser pionera y encabezar este movimiento”. Pocos años después, en un acto fundacional en 2003, se aprobaron los estatutos de COSCE, de la que Joan fue uno de los impulsores y su primer presidente en 2004.

En su despedida como editor (2012), seguía reclamando el protagonismo de la SEBBM en el necesario cambio de paradigma de la gestión de la ciencia y afirmaba que “[para ello] dispone de la mejor herramienta, su revista, que se ha convertido en la voz más respetada en cuestiones de política científica”. Mostrando, de manera implícita y legítima, su satisfacción por el objetivo conseguido de transmitir que la ciencia necesita la política, y viceversa. Y haberse sentido escuchado.

Joan J. Guinovart explicando la evolución del Boletín a la Revista SEBBM en la inauguración de la exposición «Revista SEBBM: un observatorio de la actividad y política científicas en España» durante la celebración del 45º Congreso de la SEBBM en Zaragoza en septiembre de 2023, y coincidiendo con el sexagésimo aniversario de la Sociedad.
Referencia del artículo
Estruch J, Ros J. 2025. Joan Guinovart y la Revista SEBBM. SEBBM 224
https://doi.org/10.18567/sebbmrev_224.202505.dc4