Berta L. Sánchez-Laorden ha centrado su carrera en investigar la biología del melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Realizó el doctorado en la Universidad de Murcia bajo la supervisión de Jose Carlos García-Borrón y Celia Jiménez Cervantes. Su tesis se basó en la caracterización funcional del receptor de melanocortinas 1 (MC1R) que es un determinante del fototipo de piel y riesgo de melanoma. A continuación realizó una estancia postdoctoral en el Reino Unido bajo la supervisión del Prof. Richard Marais, en “The Institute of Cancer Research” en Londres y en el “CRUK Manchester Institute“ en Manchester (2008-2014). Su trabajo allí se centró en caracterizar la contribución de la radiación ultravioleta a la aparición de melanoma y mecanismos que regulan su diseminación y resistencia a terapias dirigidas. En 2014, con el objetivo de investigar mecanismos que regulan la plasticidad celular, tan importante en melanoma, realizó una segunda estancia postdoctoral en el laboratorio de la Dr. Angela Nieto (Instituto de Neurociencias CSIC-UMH). En el 2017 se incorporó como Científico Titular del CSIC. En este Instituto, el objetivo principal de su grupo es entender mejor los factores intrínsecos y del microambiente tumoral que contribuyen a la plasticidad del melanoma, lo que confiere a este tipo de cáncer su gran capacidad metastásica y de resistencia a terapias y particularmente en el caso de las metástasis cerebrales que además constituyen una causa muy frecuente de mortalidad en estos pacientes.
P.- Cuéntanos brevemente qué proyecto estáis haciendo en el laboratorio.
R.- En el laboratorio trabajamos en melanoma, el cáncer de piel más agresivo. Estamos investigando distintos mecanismos que regulan su plasticidad, la principal característica de este tipo de cáncer y que hace que sea capaz de metastatizar muy temprano y que sea muy resistente a terapias. En la actualidad, una parte del laboratorio está centrado en investigar como las células del cerebro pueden regular el crecimiento y la respuesta a terapias de las metástasis cerebrales, muy frecuentes en pacientes con melanoma.
P.- ¿Por qué eres científica?
R.- Era una niña muy curiosa y siempre me ha gustado entender como funcionan las cosas. También me gusta la organización y proponer soluciones a los problemas. No podría decir específicamente cuando tomé la decisión, creo que fue poco a poco, eligiendo las opciones que más me gustaban y disfrutaba conforme iba avanzando en la universidad y posteriormente en la tesis doctoral.
“Era una niña muy curiosa y siempre me ha gustado entender como funcionan las cosas”
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
R.- El constante aprendizaje y la emoción que supone descubrir cosas nuevas o que se cumpla una hipótesis. Además, la interacción con otros investigadores y el estímulo de conocer gente nueva, desde estudiantes que llegan a tu grupo a nuevos colaboradores. También me gusta pensar que nuestro trabajo pueda tener un impacto positivo en la sociedad y en pacientes a más largo plazo.
P.- ¿Qué es lo que menos te gusta?
R.- Por un lado, la burocracia y tener que dedicar una gran parte de tu tiempo a la gestión. Por otro lado, la precariedad del sistema y la inestabilidad de la carrera investigadora cuando ves que muchos investigadores brillantes, tanto científicos en distintas etapas, como personal de apoyo técnico, que es esencial en la buena marcha de los laboratorios, dejan este trabajo por falta de oportunidades o de seguridad laboral.
P.- ¿Crees que ha sido complicado llegar a la situación profesional en la que te encuentras ahora?
R.- No puedo decir que haya sido fácil, he invertido mucho esfuerzo y dedicación y ha sido necesario priorizar a menudo el trabajo sobre la vida personal. La carrera científica es muy competitiva y en general no creo que haya sido diferente a otros muchos investigadores de mi edad, que incluso siguen sin estar consolidados. Además, la vida en el laboratorio es complicada, muchas veces los experimentos fallan o las hipótesis no se cumplen como esperabas y tienes que dejar de lado proyectos en los que has invertido mucho esfuerzo y empezar de nuevo. Creo que es una profesión en la que tienes que ir adaptándote para superar las adversidades e ir aprendiendo constantemente para mejorar.
P.- ¿Piensas que tu trayectoria profesional hubiera sido diferente si no hubieras sido mujer? ¿Por qué?
R.- Si es cierto que en general las mujeres sufrimos de más falta de confianza que los hombres a nivel laboral y ha habido momentos en que me he sentido tratada de manera diferente que otros compañeros, principalmente durante mi postdoc en el Reino Unido. Al final la experiencia de superar momentos adversos es parte de tu experiencia y aunque es difícil hacer una predicción creo que el resultado final habría sido similar.
P.- ¿Cuáles crees que son los principales retos para alcanzar la igualdad de las mujeres en la carrera científica?
R.- Creo que son retos compartidos con otros ámbitos, no solo inherentes a la carrera científica. Todavía existe una clara brecha de género y una mayor presencia de hombres en los escalafones más altos y de toma de decisiones. Creo que hay que poner énfasis en la educación desde etapas muy tempranas para disminuir los estereotipos de género que hace que las niñas crean que son menos inteligentes y no se vean capaces de sacar adelante una carrera asociada a las matemáticas o la ingeniería. Como indican numerosos estudios todavía existen muchos obstáculos para que las mujeres avancen en la carrera científica incluyendo la existencia de sesgos a favor de los investigadores hombres en cuanto a financiación, evaluación de los curriculum, o el promedio de citas de sus trabajos. Además de la mayor cantidad de premios concedidos a hombres y mujeres. Muchos de estos aspectos podrían mejorar con un aumento de visibilidad de las científicas y de su presencia en los órganos de toma de decisiones.
«Creo que hay que poner énfasis en la educación desde etapas muy tempranas para disminuir los estereotipos de género»
P.- ¿Cómo crees que se puede promover la igualdad de oportunidades de las mujeres?
R.- Hay muchos aspectos en los que se pueden promover, en primer lugar a nivel de educación y lucha contra estereotipos de género, desde el colegio y a nivel familiar. Además, se necesita aumentar las medidas institucionales para incentivar la igualdad de oportunidades de las mujeres, incluyendo la paridad en los comités y paneles, aspectos que están mejorando, pero en los que aún se puede trabajar. También hay que aumentar la visibilidad de referentes femeninos en puestos de responsabilidad. En un aspecto más concreto, creo que debería aumentar el apoyo para que las científicas puedan
proseguir con su carrera sin verse penalizadas por ser madres, no sólo teniendo en cuenta el período de baja maternal en cuanto a ampliación del período para solicitar determinados contratos o proyectos. También sería de gran ayuda que se destinaran recursos adicionales, por ejemplo en forma de personal técnico o ayudas para guarderías. Y sobre todo, creo que la sociedad deber ser consciente de que la brecha de género aún existe y que evitar estos sesgos requiere práctica y debemos esforzarnos en que desaparezcan.
P.- Propón una mujer líder en el ámbito científico que destacarías como referente.
R.- No puedo dejar de mencionar a Ángela Nieto, mi mentora cuando volví de mi postdoc en Inglaterra. Creo que es un gran ejemplo a seguir, no sólo por su brillantez como científica que es incuestionable, sino también por su gran entrega y el esfuerzo que le dedica tanto al laboratorio como a iniciativas de política científica o de visibilización de mujeres en ciencia.