P-. ¿Antes de nada, qué consejo daría a los alumnos que están estudiando hoy por hoy Bioquímica?
R-. La Biología Molecular y Bioquímica es una disciplina que te confronta con los complejos mecanismos que cooperan para permitir y perpetuar La Vida, así como descifrar cómo su perturbación se asocia con la enfermedad. Pensad que vosotros podéis contribuir con una pequeña pieza a ese inmenso puzzle. Marcaros ese objetivo y nunca os decepcionará; esto es un reto colectivo. Probablemente no llegaréis a comprender qué es La Vida pero reforzaréis vuestro respeto por ella.
P-. ¿Podría resumirnos brevemente su trayectoria profesional?
R-. Mi profesión siempre ha sido una gran fuente de satisfacciones y la Biología Molecular no es sólo una actividad profesional, te ofrece una nueva visión de cómo funciona el complejo engranaje de la vida.
Soy de Zaragoza y fruto de la motivación de Félix Rodriguez de la Fuente y mi tío. Aunque mi inclinación natural era la Biología, estudié Químicas por sugerencia de uno de esos profesores especiales que siempre tienes. En Zaragoza no había Biología. En primero y parte de segundo me fue fantástico, pero ahí se abrió la duda, fundamentalmente por el entorno, que en algunos casos no encontraba muy positivo para el aprendizaje y la motivación. Y bueno, tomé la decisión de solicitar un traslado e intentar cumplir con mi ilusión; sarna con gusto no pica. Resumiendo, me dieron el traslado a la UAM, y cursé la especialidad de Bioquímica y Biología Molecular.
Para mí fue un auténtico descubrimiento. Si pudiese tener alguna duda el ambiente me atrapó y tras la aceptación para realizar la Tesina en el CBM, todo quedó epigenéticamente determinado. Pero siempre surgen dificultades. En una de estas conté con la ayuda de excelentes compañeros, para facilitarme el traslado al laboratorio de Margarita Salas. Nunca les estaré lo suficientemente agradecido. El laboratorio era una auténtica olla a presión de creatividad. Los años que disfruté en el laboratorio de Margarita han sido, sin lugar a duda, los más productivos de mi carrera.
A los estudiantes me atrevería a deciros que no os conforméis con lo fácil. Invertid tiempo en esta decisión; reflexionad y marcaros unas preferencias. Perseguid el laboratorio que creáis que más se ajusta a vuestros intereses y solicitad entrevistas. Si encontráis algo similar a lo que fue mi experiencia, estoy seguro de que no os arrepentiréis. Pero hay que entender el negocio como un inmenso trabajo en equipo en el seno de un gran club. La cantidad de información que se genera y se comparte de forma continua es abrumadora. Esto ocurre en todas las disciplinas científicas y técnicas, pero quizá en el área de Biomedicina es especialmente reseñable.
P-. ¿ Y después de la Tesis? ¿Qué pasos son los que hay que seguir, según usted, tras obtener el título?
R-. Tras la Tesis se abren dos avenidas. Debéis de ir pensando durante la Tesis qué es lo que más os atrae o aquello para lo que creéis que tenéis mejores aptitudes.
La primera opción es la vía académica. Evidentemente, la decisión más importante es si queréis seguir en el mismo campo en el que habéis realizado la Tesis o, por el contrario, queréis cambiar. Es importante que el tema que os propongan os ilusione (probablemente es el que más pueda condicionar vuestro futuro). Este es el mejor camino, pero no es el único. En mi caso, tras finalizar la Tesis, acepté una oferta del CIEMAT para liderar un proyecto de terapia génica en médula ósea. Otro buen salto. El grupo lo dirigía Juan Bueren. Fue realmente un reto, pero con ilusión y perseverancia se puede con todo, y conseguimos resultados realmente buenos. Finalmente, tras una breve estancia en el CBR, Harvard Medical School, obtuve una plaza de Colaborador Científico en el CSIC, y me incorporé al Centro Nacional de Biotecnología.
Y aquí empieza vuestro auténtico camino en solitario. Vuestras ideas-proyectos, vuestros dineros y vuestro equipo. Es una nueva etapa del camino y un continuo de decisiones que realmente hacen de este trabajo un full-time. Es apasionante, pero hay que aprender a gestionarlo, y pocos están preparados de forma innata.
¿Dónde trabajar si optamos por la Academia? Yo creo que como todo en la vida hay que tener una mente muy abierta pero marcarse ciertas prioridades. La decisión va a depender de muchos aspectos, tanto personales, como profesionales. No hay una mejor que otra. Un consejo: la prioridad es trabajar en las mejores condiciones y en el mejor proyecto.
La otra opción profesional es la empresa. Claramente el sector privado en España no se está desarrollando respecto al público, en la medida que le correspondería con otros países del entorno. Esto genera falta de unos retornos suficientes y déficit en puestos de trabajo especializados en el sector para nuevos licenciados. En todo caso, España en los últimos 15 años, ha sufrido un cambio espectacular en el ámbito de la Biotecnología, con la creación de decenas de proyectos de pequeñas empresas asociadas a Parques Tecnológicos. Nunca va a ser fácil, pero sí observo que las nuevas generaciones manifiestan una mayor inclinación por esta opción; y eso es muy bueno para equilibrar el sistema. Necesitamos el éxito de algunas de ellas como acicate para continuar con la inversión. Todos nos jugamos mucho en ello.
¿Dónde trabajar si se prefiere esta segunda opción? Previamente cursaría alguno de los Masters especializados que ofrecen formación en ciertos aspectos de especial interés para el sector industrial. Sin lugar a dudas, el desarrollar una actividad en el ámbito internacional os va a abrir los ojos a más posibilidades.