Las jóvenes y las niñas: la diana de las investigadoras del SEBBM

Hablamos con el nuevo grupo de Mujer y Ciencia de la SEBBM, creado con el objetivo de generar espacios de intercambio y nuevas ideas para despertar vocaciones científicas, entre otros.
Futuro, financiación y formación

Estas son las mayores preocupaciones de las nueve investigadoras del nuevo grupo Mujer y Ciencia de la  Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM), socio de AseBio. Desde cada rincón de España, estas mujeres de entre 35 y 55 años, tienen un objetivo común: “Queremos aumentar la visibilidad de la mujer en la ciencia, promover su presencia en puestos de liderazgo y despertar vocaciones científicas”, según nos cuenta por videollamada María Mayán, coordinadora del grupo. 

La prioridad: entender, colaborar y formar

Con este objetivo, van a organizar charlas, eventos y campañas, un programa de mentoring enfocado en Investigadoras Principales, entre otros, y generar un foro de discusión para intercambiar ideas y experiencias. “Mi objetivo es ayudar a entender cómo se inicia el cáncer y contribuir al desarrollo de nuevas terapias”, comienza Maite Huarte, dedicada al estudio del ARN y a la regulación del genoma del cáncer y que ve una desmotivación en la nueva generación debido a la falta de apoyo institucional en la investigación. “También quiero transmitir mi conocimiento y pasión a jóvenes investigadores que serán los científicos de mañana”. Guadalupe Sabio, dedicada también al cáncer, entre otras áreas, tiene un discurso muy parecido. “Creo que todo ello hay que hacerlo de una manera muy colaborativa y enseñar a los que empiezan”. Por su parte, Ana Cuenda, licenciada y doctora en biología por la Universidad de Extremadura, habla incluso de ser un referente para sus estudiantes, un ejemplo. 

Si tuviesen que dar un consejo a una adolescente que quiere hacer ciencia, todas están de acuerdo que este sería: “Hazlo y persevera”. 

El momento de la biotecnología: entre innovación, riesgo e inversión

En la boca de todas ellas, la biotecnología se rige como un sector fundamental para el futuro de la sociedad y de la ciencia. “Está dando pasos enormes”, se suma Sabio. “La veo como esencial”, dice Sara Sdelci, doctora en biomedicina por la Universidad de Barcelona. “A nivel mundial, ahora es un buen momento para ella”, añade Cuenda. “Es una realidad que poco a poco está más presente”, afirma María José Sánchez Barrena, dedicada a enfermedades neurodegenerativas. “La biotecnología se está revolucionando”, asevera Huarte. “La veo como el futuro”, declara a su vez Elena Gómez Diaz que trabaja actualmente en epigenética de la malaria.

Sin embargo, de la misma manera que la biotecnología es fundamental, la inversión en I+D, también. Las nueve científicas mencionan al menos una vez en su entrevista una de sus mayores preocupaciones: la financiación y, por efecto dominó, el futuro de la investigación en España.  “En España necesitamos un esfuerzo extra para que el desarrollo que permite la biotecnología llegue a nuestro país para quedarse», opina Marina García Macia, miembro del grupo que trabaja en neurociencia, hígado y envejecimiento. 

En definitiva, las investigadoras lamentan en sus respuestas la falta de financiación que les limita a la hora de planificar y desarrollar sus trabajos, de dar un salto en innovación, de arriesgarse y de llegar al paciente o para mantener una continuidad en su equipo e investigación. 

Internacionalización y atracción 

Ligado a este problema, otro foco que vuelve en varios discursos es que la ciencia es global. “Si no trabajamos en condiciones que nos permitan ser competitivos internacionalmente estaremos perdiendo un tren cada vez más difícil de alcanzar”, advierte Huarte. “Es urgente que en nuestro país se aumente considerablemente la inversión en I+D+I, que no llega ni a la mitad de lo invierten muchos países de nuestro entorno”, pide Cuenda. Mayán nos ofrece unas palabras más esperanzadoras: “La ‘biotech’ está despertando un gran interés político y eso es muy bueno. En España hay poca cultura de innovación, en parte porque los recursos son limitados y tenemos muy poca masa crítica. Duplicar el número de investigadores crearía un entorno muy positivo para la innovación en todas las áreas”

A la presidenta de la SEBBM, Isabel Varela-Nieto, no le cabe duda, al igual que al resto de las científicas entrevistadas, que este grupo es una oportunidad para trabajar sobre todo ello, para ayudarse entre ellas a desarrollar esas ideas y llevarlas a la sociedad, para formar a las futuras promesas científicas y mostrar que las salidas son cada vez más diversas, una de ellas siendo la biotecnología.  “Tenemos que abrirnos con nuevas profesiones y colaboraciones y ofrecer un perfil más atractivo a las jóvenes”, concluye.  “Mi prioridad es centrarme en disfrutar de la ciencia, crear y desarrollar nuevas ideas innovadoras y de impacto, comunicar esa ciencia a la sociedad y formar a personas”, apunta Gómez Diaz, en línea con la presidenta de la Sociedad. La diana de todas estas mujeres que hablan hoy con AseBio: las chicas jóvenes, las científicas de mañana.