No solo son referentes en el campo de la investigación oncológica en nuestro país, sino que también trabajan para acercar la ciencia a las nuevas generaciones. El año pasado, con motivo del 11 de febrero, 145 investigadores se conectaron en directo con más de 6.400 estudiantes de colegios, institutos y universidades gracias a #Conócelas, un proyecto que busca dar a conocer a las llamadas ‘detectives del cáncer’, investigadoras punteras que trabajan en España y en el extranjero, con la esperanza de despertar nuevas vocaciones entre los más jóvenes, especialmente entre las chicas. Es una de las iniciativas organizadas por ASEICA-Mujer, el grupo de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer que trabaja para visibilizar y favorecer el desarrollo profesional de las investigadoras, para celebrar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Y en vista del éxito de la edición del año pasado, este año repetirán la experiencia, aunque a una escala todavía mayor: tienen ya más de 11.000 estudiantes y 220 investigadoras registradas.
Seis de esas científicas lideran el proyecto dentro de un grupo mayor de veinticuatro investigadoras que lo coordinan cubriendo todas las comunidades autónomas. Las responsables principales son Marisol Soengas, Gema Gómez Bueno, Ana Cuenda, Verónica Terrano, María Caffarel y María Mayán. Aunque llegaron a la ciencia por distintos caminos, todas comparten una cualidad que siempre las ha llevado a querer saber más: la curiosidad. “De niña, mis padres me regalaron un juego de química y me parecía fascinante mezclar compuestos de colores en tubos de ensayo. Ahí decidí que quería ser científica, y la verdad es que nunca me he imaginado en otra profesión”, explica Marisol Soengas, jefa del grupo de melanoma del CNIO, vicepresidenta de ASEICA y una de las investigadoras españolas del cáncer más reconocidas. Su laboratorio estudia cómo se inician, progresan y diseminan los melanomas, con el objetivo de identificar marcadores que permitan un diagnóstico más temprano, generar herramientas para el seguimiento de estos cánceres desde fases iniciales e implementar nuevas terapias antitumorales.
La curiosidad también fue lo que hizo a Ana Cuenda, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), decantarse por la Biología, lo que le permitió descubrir cómo funcionan nuestras células y nuestros órganos y cómo se originan las enfermedades. “Esto me fascinó y decidí convertirme en ‘detective del cáncer’ para desentrañar las causas de esta enfermedad tan compleja. Lo sigo siendo con el sueño de que mi investigación aporte conocimiento útil para el desarrollo de terapias que curen una enfermedad que, por desgracia, afecta a tantísima gente”. En la actualidad, Cuenda lidera el departamento de inmunología y oncología del CNB, donde investigan cómo la inflamación crónica, causada por una respuesta inmunológica descontrolada y sostenida en el tiempo, puede hacer que se desarrollen algunos tipos de cáncer.
También María Caffarel, jefa del grupo de cáncer de mama en el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia, estudia cómo la inflamación crónica contribuye a la metástasis, en su caso, de este tipo de cáncer. Desde niña, Cafarell quiso ser científica para curar enfermedades. “Empecé a trabajar en cáncer por casualidad, porque escuché una charla científica que me fascinó del que luego fue mi codirector de tesis”, explica.
La infancia y la adolescencia suelen ser momentos clave a la hora de decidir carrera, y contar con referentes en esa etapa, a poder ser cercanos, es fundamental. “Fue la inspiración de mi profesor de Biología lo que alimentó mi interés por la investigación. A la vez que nos enseñaba lo que sabía de bioquímica humana, nos mostraba lo mucho que aún quedaba por descubrir en el contexto de muchas enfermedades, entre ellas el cáncer”, indica Verónica Torrano, jefa de grupo en el departamento de bioquímica y biología molecular de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), donde estudia el cáncer de próstata, en particular, cómo las células tumorales se comunican con otras células sanas de su entorno para sobrevivir y generar metástasis.
Entender los mecanismos de la metástasis, que hacen que los tumores se diseminen por el organismo, es el objetivo del grupo CellCom, que María Mayán lidera en el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC). “En nuestro grupo llegamos al cáncer de forma indirecta, estudiando procesos en enfermedades degenerativas asociadas a la edad como la artrosis. Los resultados que obtuvimos durante los últimos años nos llevaron a explorar estos mecanismos en modelos de cáncer y en el microambiente tumoral”, explica.
En otros casos, la relación de los investigadores con la enfermedad es más personal. “Casi todos tenemos o hemos tenido casos de cáncer en la familia o muy cercanos, y esto es lo que me pasó a mí justo cuando empezaba a pensar que quería ser de mayor”, explica Gema Moreno-Bueno, jefa del laboratorio de investigación tanslacional en cáncer de la Fundación MD Anderson. “Desde entonces he tenido claro que quería estudiar y entender esta enfermedad y que mi trabajo sirviera para avanzar en la lucha contra una pandemia silente que lleva con nosotros demasiado tiempo”. La misión del grupo que dirige es identificar nuevas moléculas para el diseño de fármacos personalizados en cáncer de mama y ginecológico. “Nos interesa prevenir las recaídas de la enfermedad y minimizar la toxicidad asociada a las terapias actuales”.
La primera edición de #Conócelas fue para todas ellas una experiencia muy especial. “No nos esperábamos que tuviera tanta repercusión en los medios y en las redes sociales y que gustara tanto a los niños y las niñas. Para mí fue, además, una experiencia muy bonita y cercana, porque hablé con chicas y chicos de la ESO del cole donde estudian mis hijas, así que a muchos les conocía. Me sorprendió la cantidad de preguntas que tenían, algunas muy inteligentes muy útiles para mi investigación”, asegura María Caffarel. También Verónica Torrano pudo conectarse con varias aulas de colegios de la localidad donde vive, Laredo (Cantabria). “A muchos de ellos les conocía y ellos a mí, pero no por mi faceta de investigadora, sino por ser la mamá de Nora. Me hicieron infinidad de preguntas, tanto a nivel personal como del cáncer. Algunas de ellas muy difíciles de contestar. Y lo mejor es que algunos todavía me saludan hoy y me preguntan que qué tal los experimentos en el laboratorio. Los peques son la caña”.
#Conócelas permite a los estudiantes, chicos y chicas, conocer de forma directa a ‘detectives del cáncer’ como ellas, para descubrir cómo se iniciaron en su carrera, lo importante e interesante que es su trabajo y comprobar, a través de ejemplos reales, que las científicas no son mujereres ‘raras’, como a menudo son retratadas en la ficción, sino personas interesantes e innovadoras que pueden llegar muy lejos en su profesión. “Todavía existen muchos estereotipos”, confirma María Mayán. “Las investigadoras aún no tenemos las mismas opciones de ocupar un puesto de liderazgo en ciencia. Además, estamos retrocediendo en áreas STEM y estamos perdiendo por primera vez a mujeres en las primeras etapas de formación científica. Tenemos que empezar a trabajar desde los colegios esperando servir de ejemplo funcional: si yo puedo, tú puedes”.
“Es importante que las chicas tengan referentes femeninos reales, de proximidad, mujeres iguales que ellas que ahora estén haciendo el doctorado, investigando en un laboratorio o en un hospital, o dirigiendo un grupo de investigación o servicio oncológico”, coincide Ana Cuenda. “Es esencial, yo veo curos tras curso en la universidad que tenemos más estudiantes femeninas, pero este número se diluye según se avanza en la carrera investigadora y hay que preguntarse cuál es el motivo”, dice Gema Moreno-Bueno.
Ellas son solo seis de las más de doscientas científicas que participarán este 11F en #Conócelas. El aumento de participantes no es la única novedad de esta edición. “Hemos preparado una plataforma interactiva online para poner a nuestras detectives en el mapa, de tal manera que se pueda consultar en qué país y ciudad está su laboratorio y en qué tema investigan”, explica Marisol Soengas. Además, gracias al apoyo de la Fundación Merck Salud, #Conócelas concederá este año dos premios a los colegios más activos y otros cuarenta, los Premios con Nombre de Mujer, a las investigadoras que más se impliquen. “Queremos que #Conócelas sea un referente de cómo generar vocaciones, romper estereotipos y visibilizar a nuestras científicas en el campo de la oncología y de la ciencia en general”.