Entrevista a María Yáñez-Mo

La Dra Yáñez-Mó es profesora Contratada Doctora del Departamento de Biología Molecular de la UAM tras incorporarse al mismo con un contrato Ramón y Cajal en 2014.

La Dra Yáñez-Mó es profesora Contratada Doctora del Departamento de Biología Molecular de la UAM tras incorporarse al mismo con un contrato Ramón y Cajal en 2014. Su grupo de investigación comenzó su andadura en 2003 con un contrato Miguel Servet en el Servicio de Inmunología del Hospital de la Princesa, posteriormente como Junior Visiting Researcher en el CNIC y finalmente como Investigadora Principal Junior y consolidada en la Unidad de Investigación del Hospital Sta Cristina adscrito al IIS-IP.

Su investigación combina aspectos básicos de biología celular en el estudio de microdominios de membrana basados en tetraspaninas con aspectos más traslacionales centrados tanto en sus posibles aplicaciones anti-virales, como en el uso de tetraspaninas en la detección y caracterización de vesículas extracelulares, componentes de la biopsia líquida con un prometedor futuro en la detección, diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades.

Esta doble vertiente se refleja en sus 101 publicaciones en revistas internacionales indexadas, que suponen un índice h de 48; así como en su participación en 4 patentes, una de ellas seleccionada en el programa de mentorización del MIT Ideas2, y diversos contratos de R&D con empresas nacionales…

P.- Cuéntanos brevemente qué proyecto estáis haciendo en el laboratorio.

R.- Nosotros en el laboratorio trabajamos en proteínas que forman microdominios de membrana implicados en procesos de adhesión. Como son componentes fundamentales de la membrana en todas las células están implicados en múltiples procesos fisiopatológicos, pero en los últimos años nos hemos centrado en su papel en infecciones virales y en vesículas extracelulares, por su gran potencial traslacional.

P.- ¿Por qué eres científica?

R.- Por falta de imaginación 😉 Tanto mi madre como mi padre han sido investigadores y claramente fueron capaces de transmitirme su pasión por su trabajo. No me imagino haciendo ninguna otra cosa.

«Es difícil convencer al entorno y a las agencias de financiación de que no eres una joven promesa (¡que mi hijo mayor hacía la EVAU este año!) sino una investigadora consolidada con más de 100 publicaciones internacionales.»

P.- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

R.- La falta de rutina, la obligación de aprender continuamente, de pensar, evaluar, adaptarse. Y la posibilidad de interaccionar con otros investigadores, algo que este año hemos podido hacer solo online y ¡ echo de menos profundamente!

P.- ¿Qué es lo que menos te gusta? 

R.- La precariedad sin duda. No solo precariedad laboral en cuanto al salario, que me costó dejar atrás, sino la continua incertidumbre sobre la financiación del laboratorio, de la gente que trabaja conmigo. Y la falta de correlación entre los logros objetivables y la financiación que recibo.

P.- ¿Crees que ha sido complicado llegar a la situación profesional en la que te encuentras ahora?

R.- Muchísimo. Yo disfruté de un contrato Miguel Servet en una de sus primeras convocatorias y llegué a estabilizarme en el Instituto de Investigación Sanitaria la Princesa. Sin embargo, estos contratos, que suponían una idea estupenda, la de incorporar investigadores al entorno hospitalario, han tenido un apoyo variable por parte de las autoridades políticas. En mi caso decidí solicitar un contrato Ramón y Cajal en la UAM cuando desde la consejería de sanidad se decidió unilateralmente convertir al Hospital de la Princesa en un centro de referencia para pacientes geriátricos, lo que hubiese supuesto el colapso de su Instituto de Investigación por falta de ensayos clínicos. Esta situación se revertió gracias a la presión en la calle de los trabajadores y vecinos, pero decidí que no podía seguir al albur de las decisiones de políticos que no entienden lo que es la investigación científica.

La Universidad es un entorno más estable y disfruto de la docencia, pero es difícil convencer al entorno y a las agencias de financiación de que no eres una joven promesa (¡que mi hijo mayor hacía la EVAU este año!) sino una investigadora consolidada con más de 100 publicaciones internacionales.

P.- ¿Piensas que tu trayectoria profesional hubiera sido diferente si no hubieras sido mujer? ¿Por qué?

R.- Totalmente. Como mujer siempre me relacionan con mi director de tesis, que defendí hace ya 20 años. Todavía se le menciona en el último informe de evaluación de mi proyecto de investigación, el quinto que me conceden como investigadora principal. Llevo 15 años como investigadora independiente pero todavía mis méritos parece que estén tutelados. Eso no les sucede a mis compañeros de tesis hombres, y acaba reflejándose en el nivel de financiación que recibo en comparación con ellos. La mujer debe demostrar su independencia en cada evaluación mientras que a los hombres se les supone.

P.- ¿Cuáles crees que son los principales retos para alcanzar la igualdad de las mujeres en la carrera científica?

R.- Tenemos un gran problema de visibilidad. Por otra parte, a las mujeres se nos exige mucho más en cada paso de nuestra carrera y eso desmotiva a muchas, que prefieren quedarse en un segundo plano, bajo el paraguas de un hombre. En muchos casos acaban haciendo la mayor parte del trabajo, pero con menor reconocimiento profesional y por supuesto económico. Pero entiendo que no les merezca la pena el sobreesfuerzo que se nos exige a las que intentamos demostrar que no necesitamos la tutela de un jefe.

«Me quedo con mi madre: Otilia Mó. Pertenece a una generación pionera, que consiguió en gran medida normalizar la presencia de la mujer en la mayoría de los entornos laborales.»

P.- ¿Cómo crees que se puede promover la igualdad de oportunidades de las mujeres?

R.- En nuestro ámbito yo creo que se podrían utilizar aspectos más objetivables en la evaluación de CVs. Tener en cuenta también la productividad ratiométrica (se financian mucho grupos grandes, en los que la productividad por investigador es mucho menor que en grupos pequeños) y la capacidad de formación y mentorización.

P.- Propón una mujer líder en el ambito científico que destacarías como referente.

R.- Como hay muchas me quedo con mi madre: Otilia Mó. Pertenece a una generación pionera, que consiguió en gran medida normalizar la presencia de la mujer en la mayoría de los entornos laborales. Ahora nos queda a nosotros (nosotras, pero también nosotros) conseguir que no sólo sea normal sino que sea igualitaria.