Es doctora en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid, investigadora del CIBERER-ISCIII y profesora de investigación del CSIC en el Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” (CSIC-UAM), donde dirige el grupo de Neurobiología de la Audición, que centra su investigación en la comprensión de las bases genéticas y moleculares de la audición y de la pérdida auditiva.
La Dra. Varela Nieto ha representado a España en distintos paneles internacionales, que incluyen los comités de Biomedicina de la ESF (European Science Foundation) y de COST (European Cooperation in Science & Technology). En la actualidad, es miembro de la Comisión Science & Society de la Federation of European Biochemistry Societies (FEBS), forma parte del grupo de trabajo de FEBS Network y desde 2018 preside el Comité Internacional de la Association for Research in Otolaryngology (ARO).
Isabel Varela Nieto es miembro de la SEBBM desde 1982, en los últimos quince años ha formado y coordinado el Grupo de Apoptosis (2005-2008), ha sido secretaria electa (2008-2010), secretaria científica (2010-2014) y presidenta electa (2018-2020). Desde julio de 2020 es presidenta de la SEBBM. Por último, entre 2008 y 2014 formó y coordinó la Comisión «Divulgación: Ciencia para Todos».
P.- Cuéntanos brevemente qué proyecto estáis haciendo en el laboratorio.
R.- En el grupo de Neurobiología de la Audición estudiamos las bases genéticas y moleculares de la sordera. Nuestro laboratorio está en el CSIC, en el campus de medicina de la UAM, y pertenecemos también al CIBERER y al IdiPAZ. Recientemente hemos contribuido a describir 3 genes implicados en pérdida auditiva asociada al envejecimiento, junto con sus mecanismos de acción, ciencia básica que podría tener importancia en el diagnóstico y en la prevención. En los últimos años, nos hemos centrado en el estudio de nuevas alternativas terapéuticas, dándole una vertiente más traslacional a nuestro trabajo.
P.- ¿Por qué eres científica?
R.- Mis profesoras de ciencias naturales fueron excelentes. En casa, siempre me impulsaron a estudiar y mi abuela me alimentaba con libros de toda clase; cuando leí una biografía novelada de Marie Curie, todo encajó. Tuvo una vida asombrosa. Ya en la Universidad Complutense me atraía la parte más biológica de la química, estaba cantado: Bioquímica. La tesis en la Fundación Jiménez Díaz, con los tres pilares de “la casa” -investigación, docencia y clínica- contribuyó aún más a definir mi interés: Biomedicina.
«Veo a los estudiantes, que cada vez me parecen más jóvenes, progresar, aprender, entusiasmarse y se repite la magia. Ahora tengo un nuevo reto y una nueva oportunidad, la de contribuir a la profesión y a la sociedad desde la presidencia de la SEBBM»
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
R.- ¡Qué difícil! Son ya muchos años y las satisfacciones evolucionan. Cada etapa ha tenido un atractivo distinto. En la tesis, la emoción es única en cada resultado, todo ello es proporcional a lo que te has esforzado, equivocado o fracasado. Es un trabajo vital, dinámico, lleno de satisfacciones y sinsabores, en permanente evolución, en el que hay que esforzarse mucho, pierdes cosas, sin duda, ganas otras, pero sobre todo ¡se disfruta!
Han pasado los años, las tareas cambian, gana peso la burocracia (ver siguiente pregunta), la gestión y también las relaciones humanas. Conocer gente muy diversa, otras culturas, formas de pensar: he tenido el honor de representar a España en comités muy diferentes, que me han dado otra visión de la vida, del mundo y del país. Es muy enriquecedor. Veo a los estudiantes, que cada vez me parecen más jóvenes, progresar, aprender, entusiasmarse y se repite la magia. Ahora tengo un nuevo reto y una nueva oportunidad, la de contribuir a la profesión y a la sociedad desde la presidencia de la SEBBM.
P.- ¿Qué es lo que menos te gusta?
R.- Tenemos una carga burocrática aplastante y unas trabas administrativas absurdas en el marco de un modelo de gestión cortoplacista y con financiación tan raquítica como exigente. En resumen: nos piden ganar una carrera, encadenados. El problema es que ya estamos al límite. Necesitamos de forma urgente tener una política científica y líderes con visión de futuro.
P.- ¿Crees que ha sido complicado llegar a la situación profesional en la que te encuentras ahora?
R.- No creo que ni más ni menos que llegar en otra profesión igual de cualificada y competitiva. No obstante, en la política científica de contratación por oleadas en el sector público, hay un factor generacional añadido importante. Este factor me ha podido favorecer porque en casi todas mis etapas profesionales ha habido cierta abundancia de oportunidades. Soy de una generación “cresta de la ola”, con una pizca de esta suerte, y mucho trabajo, he logrado una posición estable, un grupo bien financiado, un equipo estupendo, el reconocimiento internacional y he disfrutado de muchas oportunidades. Sin embargo, la realidad es que mi grupo tiene muchas menos oportunidades de las que yo tuve, y me preocupa, por esto es un momento muy dulce cada vez que alguno de mis ex-doctorandos tiene un éxito.
P.- ¿Piensas que tu trayectoria profesional hubiera sido diferente si no hubieras sido mujer?
R.- Siendo sincera, no lo pienso.
P.- ¿Por qué?
R.- ¿Estar en el lugar adecuado en el momento oportuno? Mi director de Tesis venía de trabajar fuera de España, un hombre inteligente y liberal que me enseñó a trabajar con ética, esfuerzo e imaginación, José Mª Mato. En un laboratorio mayoritariamente femenino, una mujer extraordinaria de jefa, Isabel Valverde, y unas compañeras estupendas. Mi generación de científicas ha disfrutado de bastante igualdad y aprovechado bien el camino abierto por otras mujeres. En concreto, en el CSIC, hay que reconocer el trabajo de Flora de Pablo. El mundo de la audición, en su vertiente científica, está lleno de mujeres brillantes, piensas en los líderes del campo, y se llena la cabeza de ellas. En otros ámbitos no es así, los datos son claros. La SEBBM, por ejemplo, no ha estado exenta de buenísimos ejemplos, como Margarita Salas, Gabriela Morreale o Mª Teresa Miras pero, sin embargo, soy la primera presidenta elegida* por los socios. Estoy segura de que no seré la última.
P.- ¿Cuáles crees que son los principales retos para alcanzar la igualdad de las mujeres en la carrera científica?
R.- El principal reto es que exista la carrera científica ¿Qué ven los estudiantes que acaban el doctorado? Muchos años de trabajo duro por delante, por regla general en el extranjero, falta de flexibilidad en el sistema, inestabilidad, endogamia, falta de movilidad y podría seguir. ¿Para cuándo la carrera científica? Esta situación perjudica, a mi entender, de forma especial a las mujeres, en especial a aquellas que quieren tener hijos o que los tienen.
«Me preocupan especialmente las niñas y las chicas con altas capacidades, que quizá no se ven apoyadas por un entorno social que a veces parece retroceder más que avanzar en actitudes y en valores. Me gustaría impulsar actividades de la SEBBM en esta dirección»
P.- ¿Cómo crees que se puede promover la igualdad de oportunidades de las mujeres?
R.- En primer lugar: educación, educación y más educación, buenos modelos, mujeres profesionales en las series, ciencia en los medios. ¿Qué tal 2-3 min de ciencia para todos los públicos entre el tiempo y el deporte? La BBC lleva años con unas píldoras científicas de 5 min de altísima calidad en horario estrella. En España, hay que esperar al podcast para disfrutar algunos programas muy buenos que se emiten de madrugada.
Me preocupan especialmente las niñas y las chicas con altas capacidades, que quizá no se ven apoyadas por un entorno social que a veces parece retroceder más que avanzar en actitudes y en valores. Me gustaría impulsar actividades de la SEBBM en esta dirección.
En segundo lugar, una carrera científica y la creación de puestos de trabajo en un sector que devuelve todo lo que en él se invierte, dándole además valor añadido.
En tercer lugar, algunas medidas concretas, por ejemplo, tribunales paritarios. Esto ha demostrado ser positivo en el CSIC. En general, mirar porque se cumpla una mínima paridad en todos los ámbitos de nuestro trabajo. Si no te seleccionan no te ven, si no te ven no te seleccionan y así sucesivamente nos difuminamos y desaparecemos. Finalmente, tener hijos, que es un bien para un país envejecido, debería tener otro nivel de apoyo.
P.- Propón una mujer líder en el ámbito científico que destacarías como referente.
R.- Todas las mencionadas antes y muchas más han sido referentes, pero si hay que elegir una, me voy a quedar con Gabriela Morreale. Una mujer inteligentísima, fuerte, trabajadora, pionera en todos los ámbitos, científica destacadísima en un tiempo difícil y con un reconocimiento internacional que no tenían la mayoría de sus colegas. Valoro especialmente su labor social y médica en la prevención de las enfermedades del tiroides, algo insuficientemente conocido. ¿Para cuándo un reportaje o un documental con Gabriela de protagonista? Tenemos mucho que agradecer a la determinación y pasión por la ciencia de esta gran científica.
* Nota.- la primera presidenta fue Margarita Salas por ser vicepresidenta en el triste momento del fallecimiento del presidente elegido.