Un biomaterial puede definirse como una sustancia que ha sido diseñada para tomar una forma que por sí misma o como parte de un sistema complejo, se utiliza para dirigir, mediante el control de las interacciones con componentes de sistemas vivos, el desarrollo de cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico, en medicina humana o veterinaria [1]. Los biomateriales pueden estar constituidos por: polímeros, metales, cerámicas, materiales de origen natural y sus compuestos, obtenidos por combinación de dos o más de estos materiales.
Una clase particular de biomateriales lo constituyen los materiales poliméricos de base textil (fibras, hilos, tejidos), que se incluyen dentro de los denominados Textiles Médicos (MedTech). Dichos materiales textiles se pueden utilizar como biomateriales en implantes para la reparación y regeneración de distintas patologías tanto en tejidos blandos (por ejemplo en el tratamiento de hernias con mallas abdominales), como en tejidos duros – como el hueso (en que se pueden utilizar fibras como refuerzo en cementos de composición similar a la matriz inorgánica hueso o bien mallas-andamios en agujas intramedulares).
En dichos tipos de aplicaciones, conseguir administrar fármacos de forma local y durante un periodo de tiempo adecuado a la patología a tratar reportaría ventajas al paciente y por tanto puede conferir valor añadido a los biomateriales. Sin embargo, regular la liberación de principios activos no es tarea evidente y por ello, la línea de trabajo en desarrollo en este momento se basa en modificar los primeros nanómetros de la superficie de las fibras mediante plasma de baja temperatura para así ser capaces de modular las interacciones biomaterial-fármaco y por tanto, conseguir una liberación controlada de los principios activos en el lugar preciso donde queremos actuar.
El plasma de baja temperatura (en adelante plasma) puede definirse como un gas total o parcialmente ionizado que contiene radicales libres, iones, fotones y otras especies excitadas que pueden reaccionar químicamente mientras el gas o partes de él están a temperaturas relativamente bajas [2]. Debido a la elevada reactividad de las especies presentes en el plasma, éstas pueden interaccionar tanto física como químicamente con la superficie del substrato hasta una profundidad de algunas decenas de nanómetros. Como resultado del tratamiento, la superficie puede oxidarse (generando nuevos grupos químicos), y/o degradarse como resultado del efecto de ablación (eliminación de material superficial), mientras que las propiedades internas del material se mantienen intactas.
Por su acción superficial, la modificación de las propiedades químicas y/o topográficas de distintas fibras mediante plasma de baja temperatura puede alterar la adsorción de un principio activo determinado en la misma, y por ello, puede ser utilizado como una herramienta para controlar su liberación al medio.
En ello se han basado estudios recientes orientados a materiales textiles para aplicaciones tópicas [3,4], que han mostrado que el tratamiento de plasma puede incrementar el porcentaje de principios activos modelo liberados. En particular, la funcionalización química de la superficie de fibras de poliamida 66 mediante plasma de aire permitió incorporar grupos C=O a la superficie y reducir la capa de polisiloxanos presentes en la superficie de las fibras. Esto llevó a variaciones en la hidrofilia de las fibras que, en función de las condiciones del tratamiento de plasma permitió incrementar la liberación del fármaco estudiado (cafeína) hasta un 90% en 24h manteniendo el mecanismo de liberación.
Una estrategia similar es la que se está estudiando actualmente para obtener biomateriales textiles destinados al tratamiento de patologías tanto de tejidos blandos como de tejidos duros, que sean en sí mismos sistemas de liberación controlada de antibióticos u otros fármacos de interés localizados en la zona del implante.
Referencias:
- Williams D., Biomaterials 30 (2009) 5897.
- A. Grill, Cold Plasma in Materials Fabrication, From Fundamentals to Applications, IEEE Press (1993) NY.
- Labay C., Canal C., Garcia-Celma M.J, Plasma Chemistry Plasma Proc. (2010) 30, 885-896.
- Labay C., Canal J.M., Canal C., Plasma Processes Polymers (2012) 9 (2) 165-173.