En mi caso, he sido el undécimo presidente desde la creación de la SEBBM, y lo fui en el periodo 2000-2004, al principio del siglo XXI. Fundamentalmente tuve interacciones con algunos de mis predecesores como los Profesores Sols, Mayor Zaragoza, Palau, Vázquez, Salas, Gancedo y Guinovart, habiendo tenido una mayor interacción con los tres últimos. El profesor Gancedo fue precursor del gran desarrollo de la SEBBM que se llevó a cabo bajo la presidencia del profesor Guinovart, durante cuyo mandato la SEBBM aumentó en cantidad de socios, calidad de activades y proyección internacional.
Sobre los presidentes que vinieron después, sólo comentar que desarrollaron una excelente labor que favoreció el progreso de la sociedad.
Durante mi presidencia intenté, salvando las comparaciones, seguir un comportamiento similar al realizado históricamente por Alfonso X. Es decir, consolidar del modo más prudente todas las conquistas realizadas por mis predecesores. De hecho, nuestra Junta Directiva les honró a varios de ellos y a otros miembros ilustres de la sociedad, ocho socios y cuatro socias, en el congreso celebrado en León, en donde el profesor Reglero llevó a cabo un excelente trabajo y en el que, curiosamente, se le otorgó el premio Beckman Coulter a un joven doctor, Antonio Ferrer. También recuerdo la excelente labor de la profesora Cerdán en el congreso celebrado en La Coruña, donde el profesor Massagé recibió la medalla de oro de la sociedad, o del profesor Ros en el congreso de Lérida, en dónde el profesor Modolell fue declarado presidente de honor del congreso.
Estos son algunos de los recuerdos de aquella época en la que tuve la fortuna de estar bien aconsejado por los profesores de Haro, Bosca, Nieto, Cerdán, Rodríguez-Arrondo, Salto, Ariño, Fernández-Reyes, Serrano, Rubios, Miras-Portugal, Ros y otros muchos más a los que agradezco su labor para llevar adelante a la SEBBM. Fue fácil y agradable trabajar en ese ambiente. Finalmente, soy totalmente optimista con el futuro de la SEBBM, pues está en buenas manos.