El inicio de mi presidencia en la SEBBM coincidió con el Congreso FEBS 1996 que se celebró en Barcelona. Fue un gran éxito que contribuyó a consolidar el prestigio internacional de la SEBBM. Con la participación muy activa de la junta directiva le dimos un buen empujón a la sociedad para que llegara a ser la más poderosa e influyente de las sociedades científicas españolas. Así lanzamos una política activa de captación de socios bajo el lema “2000 antes del 2001”, objetivo que se superó con creces. Aquí jugaron un papel clave los recién creados “Cónsules”, representantes a la SEBBM cuyas funciones incluyen la búsqueda de nuevos socios y patrocinadores así como la difusión de las actividades de la Sociedad en sus territorios respectivos.
Un aspecto clave fue la revitalización de los grupos. Son un poderoso factor de dinamización, contribuyen a la incorporación de nuevos socios y permiten mantener unida la sociedad a la vez que reconocen la multitud de temas de interés que comprende la biología actual. Han sido fundamentales para mantener la hegemonía de la SEBBM dentro de las sociedades de Ciencias de la Vida.
También se reorganizaron los congresos, dedicando las mañanas a simposios y conferencias plenarias, el mediodía a los pósteres y las tardes a las reuniones de los grupos. De esta manera, se consiguió un buen equilibrio que es aconsejable mantener. Una agresiva política de rebaja de la cuota de inscripción llevó a un incremento notable del número de participantes que llegó a superar el millar. Tampoco se descuidó maximizar el impacto del congreso en la ciudad que lo acoge, organizando actividades de difusión de la ciencia para el público general sobre temas que “están en la calle”.
En el plano internacional, planeamos una estrategia para aumentar la presencia de miembros de la SEBBM en los diferentes organismos internacionales. Esa política fue la simiente que ha fructificado con los años y ha logrado que los máximos cargos de FEBS y de IUBMB hayan sido ocupados por distintos miembros de la SEBBM. También creamos puentes con las sociedades latinoamericanas, particularmente con las de Argentina y Chile, que siguen bien sólidos, y establecimos lazos con las sociedades francesa e italiana (simposios conjuntos en Marsella y Alghero). Todo eso fue posible gracias a un comité ad hoc del que formaban parte Athel Cornish-Bowden y Marilú Cárdenas. Hoy ambos son Socios de Honor de la SEBBM.
Otra actividad que se consolidó fueron los cursos de “Iniciación a la investigación” para alumnos de grado. El primero se realizó en Sitges (Barcelona) en 1992. Originalmente, se celebraban de forma independiente al congreso anual. Sin embargo, las dificultades para mantener este tipo de organización llevaron a realizarlos antes de los congresos. Además, se facilita así la posterior participación de los alumnos en el mismo.
Me siento particularmente satisfecho de haber impulsado la renovación del antiguo Boletín SEBBM hasta convertirlo en una revista de prestigio y el referente en temas de ciencia y sociedad. La revista, bajo la dirección de Xavier Pujol, dejó en segundo plano las noticias internas para concentrarse en los artículos de opinión, política científica y difusión de la ciencia.
La posición actual de la SEBBM es privilegiada, pues es la más prestigiosa y respetada de las sociedades de ciencias de la vida, no médicas. Esa posición de liderazgo le obliga a dar respuesta a los retos que se le plantean. Entre ellos destaco:
Formación y vocaciones
¿Cómo deberá cambiar la bioquímica que se imparta en las aulas universitarias? ¿Qué conocimientos imprescindibles deberán internalizar los bioquímicos del futuro? ¿Cuáles serán los incentivos vocacionales que atraerán las jóvenes promesas a la bioquímica?
Expansión transdisciplinar
La bioquímica es cada vez más el nexo de unión entre disciplinas, un territorio que se expande con la investigación hasta abarcar buena parte del conocimiento actual. Se ha convertido en el lenguaje común y en la base del concepto, más amplio, de ‘Ciencias de la vida’ ¿Cómo adaptarse a este papel?
Impacto de las biociencias en la sociedad
La salud, la alimentación, el envejecimiento, las tecnologías e incluso la condición humana son conceptos que estarán sometidos a revisión durante las próximas décadas. ¿Cómo hacer llegar a la sociedad una opinión basada en la evidencia científica sobre todos estos conceptos?
Transferencia de conocimiento
Convertir la innovación, el conocimiento, en una fuente de recursos y bienestar es uno de los retos más perentorios ¿Cómo contribuir a este objetivo?
Internacionalización
En un mundo definitivamente globalizado el talento no reconoce fronteras. ¿Qué papel jugará nuestro país en el futuro tablero de estrategia científica, qué instrumentos serán necesarios para posicionarse?
Los retos plantean un autentico desafío pero no tengo ninguna duda que la SEBBM seguirá siendo un motor de transformación de la ciencia y de la sociedad durante, por lo menos, 60 años más. Larga vida a la SEBBM.
