Tuve el honor de ejercer como presidente de la SEBBM en el periodo 2012-2016, incluyendo por tanto el año 2013, en el que la sociedad celebró su cincuentenario. No fueron tiempos fáciles para la ciencia (¡casi nunca lo son!), que sufría aún los efectos de la crisis económica de 2008, con recortes en la inversión en I+D, menores oportunidades para los jóvenes investigadores, y retrasos en las convocatorias y en las resoluciones de proyectos. La SEBBM manifestó su preocupación por esa situación a los responsables políticos y a la sociedad en general, a través de la Revista SEBBM, mediante un manifiesto firmado por sus Socios de Honor, y cooperando con la COSCE en diversas iniciativas. Transmitir a la sociedad de forma rigurosa los avances científicos y resaltar significativamente el papel fundamental de la ciencia para un desarrollo justo y sostenible ha sido y debe seguir siendo un rasgo esencial de la actividad de la SEBBM.
A pesar de las dificultades, gracias a nuestros socios y patrocinadores, en el año 2013 celebramos nuestro cincuentenario en el congreso de Madrid, que contó con más de 1100 participantes y 650 paneles, y con dos premios Nobel (Brian K. Kobilka y Sydney Brenner) como conferenciantes de apertura y clausura. Por otra parte, la excelente labor de la Comisión de Divulgación permitió organizar para la ocasión la exposición itinerante “Moléculas de la vida”, que desde 2013 hasta su finalización en 2016 recorrió diversos emplazamientos emblemáticos en Madrid, Sevilla, Granada y Valencia, recibiendo casi medio millón de visitas.
Los posteriores congresos de Granada 2014, Valencia 2015 y Salamanca 2016 contaron también con nutrida asistencia y alto nivel científico, así como con atractivos programas paralelos de “Bioquímica en la Ciudad”, gracias a la dedicación y entusiasmo de sus comités organizadores, coordinadores de grupos, fundaciones patrocinadoras, socios protectores, empresas colaboradoras y jóvenes voluntarias/os. En estos congresos se fueron implantando progresivamente algunas novedades organizativas, como por ejemplo el proceso de selección de temáticas y oradores de los simposios abierto a las propuestas de los socios, la reestructuración de las reuniones de grupos, o acciones para dar mayor protagonismo a los investigadores emergentes, en colaboración con asociaciones de investigadores en el extranjero.
Se acometió igualmente la renovación de imagen y contenidos de nuestra página web. A nivel personal, fue un privilegio compartir estas iniciativas con los miembros de las diferentes juntas directivas, los comités organizadores, la comisión de divulgación y todos aquellos que contribuyeron a las actividades de la SEBBM con entusiasmo y dedicación.
En el congreso del 50 aniversario en 2013 cité un verso de Luis García Montero: “La verdadera nostalgia, la más honda, no tiene que ver con el pasado, sino con el futuro”. La ciencia y la sociedad en su conjunto se enfrentan ahora a retos complejos que requieren aunar conocimiento, rigor ético y decisión para actuar. La SEBBM está capacitada para participar en ese proceso, fiel a sus señas de identidad desde la fundación: posibilitando contactos y apoyos internacionales, favoreciendo la formación de jóvenes investigadores y trasladando a la sociedad los avances e implicaciones de la actividad científica, contando con los congresos, la Revista SEBBM, la web y las actividades de la comisión de divulgación como instrumentos claves de visibilidad e influencia.
¡Por muchos años, SEBBM!
